La permacultura no es una cuestión de superficie
A menudo se asocia la permacultura con grandes huertos, en el campo, en varios cientos de metros cuadrados. Pero eso sería olvidar la esencia misma de la permacultura: adaptarse a su contexto. Y ese contexto, a veces es… un patio de cemento, un balcón de 3 m² o una jardinera colocada en el alféizar de una ventana.
Buena noticia: estos espacios, bien pensados, pueden convertirse en verdaderos oasis vivos. Esta guía le muestra cómo transformar un pequeño espacio mineral en un lugar nutritivo, bello y duradero.
1. Comprender su microclima
Antes de acondicionar su espacio, tómese el tiempo para observar:
- La exposición al sol (mañana, tarde, pleno sur o sombreado).
- El viento (¿balcón en altura o patio protegido?).
- La humedad ambiental (¿suelo drenante o estancado?).
- Los materiales presentes (hormigón, madera, piedra… que influyen en el calor).
Cada pequeño espacio tiene su propio microclima. Observarlo le ayudará a elegir los lugares adecuados, las plantas correctas y los recipientes apropiados.
2. Concebir un espacio vivo con poco
Optimizar la verticalidad
Cuando falta lo horizontal, se piensa en vertical:
- Instalar estantes de pared o cajas apiladas.
- Hacer trepar plantas en enrejados (guisantes, judías, capuchinas…).
- Colgar cestas, bolsillos textiles, sacos de cultivo.
Dividir el espacio por uso
Reserve zonas claras para cada función:
- Una zona de cultivo (jardineras, macetas, sacos de tierra).
- Una zona de compostaje (pequeño cubo o lombricompostador discreto).
- Una zona de descanso con una silla o una tabla plegable.
3. ¿Qué cultivar en permacultura en un pequeño espacio?
Plantas comestibles compactas
- Tomates cherry enanos (tipo Balconi Yellow, Micro Tom).
- Lechugas, rúcula, espinacas: cultivo en rotación rápida.
- Rábanos, remolachas, zanahorias cortas: perfectos en maceteros profundos.
Hierbas aromáticas versátiles
- Tomillo, albahaca, perejil, cebollino: útiles, aromáticas, estéticas.
- Vea nuestra colección de semillas aromáticas
Flores útiles
- Caléndulas: alejan los pulgones, atraen a los polinizadores.
- Capuchinas: comestibles, cubren hermosamente los bordes.
Plantas para el suelo
Sí, incluso en jardinera, puede sembrar abonos verdes: facelia, trébol o mostaza, que enriquecerán su sustrato entre dos cultivos.
4. Mantener sin complicarse
En permacultura, todo es cuestión de sobriedad y observación:
- Acolchar incluso sus macetas: hojas secas, césped seco, virutas finas.
- Reciclar el agua (agua de cocción fría no salada, agua de lluvia).
- Usar un pequeño compostador de cocina o un lombricompostador para alimentar sus plantas naturalmente.
5. Crear una dinámica viva, incluso a pequeña escala
En una terraza o un patio, puede reproducir las lógicas de lo vivo:
- Asociar plantas complementarias para crear mini-ecosistemas.
- Dejar un rincón “salvaje” (hierba crecida, macetas olvidadas) para acoger la biodiversidad.
- Reciclar todo lo que pueda: semillas, hojas, restos de té, macetas viejas.
Y sobre todo: confíe en la naturaleza. Siempre encuentra un camino… incluso entre dos losas de cemento.
Conclusión
Crear un jardín en permacultura en un pequeño espacio es posible, bello e inspirador. Un patio, una terraza, una jardinera se convierten entonces en lugares de abundancia y experimentación. Observando, probando, cultivando lo vivo en lugar de controlarlo, transformará unos pocos metros cuadrados en un mundo aparte.
🌱 Descubra nuestro kit especial para pequeños espacios para comenzar sin equivocarse.
Dejar un comentario
Este sitio está protegido por hCaptcha y se aplican la Política de privacidad de hCaptcha y los Términos del servicio.