¿Por qué conservar sus semillas?
Conservar sus propias semillas es entrar en una lógica de autonomía, economía y transmisión. También es una forma de conocer mejor sus plantas, observar sus ciclos y crear poco a poco variedades adaptadas a su propio jardín.
La conservación de semillas es un arte antiguo, accesible para todos. Con algunos gestos simples y sentido común, puede constituir un verdadero banco de semillas familiar, gratuito y duradero.
1. Cosechar las semillas en el momento adecuado
El primer paso es saber cuándo cosechar. Aquí están las líneas generales según los tipos de plantas:
🌱 Verduras con semillas secas
- Guisantes, frijoles, habas: esperar a que las vainas estén bien secas y marrones en la planta.
- Zanahorias, cebollas, perejil: dejar que suban a semilla y cosechar los umbelas secos.
🍅 Verduras con semillas húmedas
- Tomates: cosechar frutos bien maduros, retirar las semillas, fermentarlas unos días y luego secarlas.
- Pepinos, calabazas: esperar a que el fruto esté bien maduro (incluso un poco “demasiado”), luego extraer, lavar y secar.
🌼 Flores y aromáticas
- Caléndulas, girasoles, albahaca, cilantro: cosechar en floración seca, sacudir o frotar las cabezas de semillas.
2. Limpiar y clasificar bien las semillas
Una vez cosechadas, las semillas deben clasificarse. ¿Por qué? Para evitar moho, parásitos y conservar solo las semillas viables.
- Retire la pulpa para las semillas húmedas (tomate, calabaza).
- Tamice o frote las semillas finas para quitar las envolturas.
- Elimine las semillas planas o rotas, que a menudo no son viables.
Un tamiz, un colador, un soplador o simplemente un buen ojo hacen muy bien el trabajo.
3. Secar correctamente
El secado es esencial: una semilla mal seca = una semilla que se pudrirá.
- Extienda sus semillas sobre un papel kraft, un plato o un paño seco.
- Evite el papel de periódico (tintas tóxicas).
- Deje secar a resguardo del sol directo, en un lugar seco, ventilado, durante 1 a 3 semanas según la humedad.
💡 Consejo: una semilla seca “chasquea” entre los dedos o se rompe netamente.
4. Almacenar en buenas condiciones
Una vez bien secas, las semillas deben conservarse en un ambiente seco, oscuro y estable. Aquí varias opciones:
- Sobres kraft con nombre + fecha (el clásico del jardinero).
- Frascos de vidrio cerrados, con una bolsita de arroz o sílice contra la humedad.
- Cajas metálicas o cajas de té bien cerradas.
Consérvelas a resguardo de la luz, en una habitación no húmeda. Evite la cocina o el baño. Un armario, un ático seco o incluso una bodega bien ventilada servirán.
5. ¿Cuánto tiempo se pueden conservar?
La duración de la germinación varía según las especies. Aquí algunos puntos de referencia:
Especie | Duración media de conservación |
---|---|
Tomate, lechuga, zanahoria | 4 a 6 años |
Guisantes, frijoles | 3 a 5 años |
Calabazas, pepinos | 5 a 7 años |
Cebollas, chirivías | 1 a 2 años (frágiles) |
💡 Siempre haga una prueba de germinación después de 2–3 años: coloque 10 semillas entre dos hojas de papel absorbente húmedo y cuente las que germinan.
6. Crear su propio banco de semillas
Puede centralizar todas sus semillas en una caja con compartimentos (tipo costura o bricolaje), un archivador con fundas o incluso en frascos etiquetados.
Piense en indicar en cada bolsa:
- El nombre preciso de la planta (variedad incluida).
- La fecha de cosecha.
- El lugar o parcela.
- Eventualmente: las condiciones meteorológicas, observaciones, etc.
Conclusión
Conservar sus semillas es prolongar el ciclo de la vida y emanciparse de los circuitos de consumo clásicos. También es un gesto gratificante, simple, económico y profundamente lógico en permacultura. Algunas cajas, un poco de rigor y su jardín estará listo… cada año, sin comprar nada.
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